Una pequeña reflexión política



ftmassana-politics.jpgEl 20 de noviembre del 2011 se van a celebrar elecciones generales en España. Como suele ocurrir en los tiempos en que las cosas van mal, el que recibe siempre es el que está en el poder. Parecen pues, bastante plausibles los pronósticos que elucubran que habrá un cambio de manos del cetro de poder de centro-izquierdas a centro-derechas. En España hay un bipartidismo demoledor, donde dos grandes partidos acumulan unos 320 diputados mientras el resto tan solo se reparten unos 30. Los partidos mayoritarios en España ahora han cercado más si cabe la posibilidad de pluralidad, con leyes que no permiten que se presenten los partidos minoritarios (http://www.yoavalo.org/).

En este contexto, tenemos a los movimientos de “indignados” que descreen de la clase política y el sistema democrático actual. Yo no soy muy favorable a la presión de las masas, pues la razón no puede legitimarse por molestar más, a pesar que comparta muchos preceptos que abanderan las recientes manifestaciones populares. Nos han enseñado que la forma correcta de cambiar el sistema, en una democracia,   es mediante el voto. La democracia es, sin duda, el sistema más justo para la mayoría, y aquí viene uno de los problemas.

Aquellos que están artos de corrupción y malas artes, deberían votar una opción política en la que se sientan representados, y defienda una ética y una forma de hacer transparente. Para ello, es necesario que haya múltiples opciones, que no todo se reduzca a los dos populistas profesionales de siempre. Por eso me parece de cobardes intentar sepultar cualquier posibilidad de cambio.

Pero pongamos por caso que existiera una opción política adecuada para la gente descontenta. ¿Qué pasa si siguen ganando los mismos? ¿Si todo queda en mucho ruido y pocos votos? Es probable que sea lo que pase, pero eso solo depende de lo que vote uno. La inercia de pensar que es lo probable, y por lo tanto hay que hacer un voto útil (votar uno de los partidos mayoritarios), es lo mismo que dejar basura en un bosque en que te han dicho que van a hacer un vertedero.   En definitiva, si la mayoría lo quisiera, podría instaurarse un nuevo califato Omeya en España, si la mayoría lo quisiera sería justo, aunque no nos guste. Por eso el camino de la política es probable que no dé resultados de cambio a corto plazo, pero bueno, igualmente hay que votar lo que uno cree que nunca se sabe si los otros han pensado lo mismo.

Y es que la política es un instrumento de segundo orden, y si realmente se quiere cambiar algo hay que trabajar sobre la base, sobre las ideas y valores, con la educación.   Porque el problema de la política española, es el problema de la sociedad española, y es a fin de cuentas un problema de ética. El que se queja se queja porque ahora está mal, cuando estaba bien le importaba un pimiento la política, y cuando dentro de un tiempo todo se solucione, y tenga la oportunidad de conseguir un beneficio para él a costa del grupo,   lo hará. El problema no es quién está en el poder, el problema es la moral imperante en la mayoría. Solo mediante la educación de niños y mayores en una ética racional, justa y consecuente, se llegará a algún sitio.

Antes de criticar a nadie, deberíamos plantearnos si nosotros no hemos hecho lo mismo, aunque nuestra acción pase inadvertida y se diluya entre todos. Y en ese caso, o dejarlo de hacer, o dejar de criticar.


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Comentarios: (1)

One thought on “Una pequeña reflexión política

  1. Totalmente deacuerdo con el penultimo parrafo, ni que no creo q vuelvan tan facilmente las oportunidades de enriquecerse. Me parece que actualmente con la posición del reino, salga el partido que salga, con la situación actual, són otras personas las que marcarán la política general del reino. Recomiendo leer los articulos de  Santiago Niño-Becerra:  http://lacartadelabolsa.com/archivo/seccion/10/Opini%C3%B3n

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