Girando las tuercas de relojes añejos, habitando recovecos donde el tiempo se confunde con el polvo, artífices de historias asombrosas. Creo haber visto en un reflejo a esos industriosos duendes maquinando sus travesuras, en casas de campo donde una vieja sorbe la sopa. Ocultos, furtivos a las miradas de los adultos.
Folowanfar! Folowanfar!