El próximo 15 de octubre Rembrandt, o parte de lo que nos ha dejado, ocupará el museo del Prado en Madrid. Los que tengan la suerte de visitarlo podrán admirar 40 obras del artista, en una exposición titulada ‘ Rembrandt pintor de historias’.

A mi personalmente, uno de los aspecto que más me cautiva de este pintor, es su luz taciturna. La iluminación dorada, con matices que van desde la avellana hasta la miel, su cromatismo cálido y mágico, que confieren a las escenas que pinta una atmósfera única. Claro que sin olvidar la técnica, las pinceladas difusas pero enérgicas, y los motivos, espejo de una sociedad y una época.

Admirar a un gran artista es siempre un placer, y observar sus detalles, cuando se pueda en primera persona como ahora nos posibilitará la exposición del Prado, supone una clase magistral de manos de un maestro. El holandés de las luces taciturnas nos espera.

Más información:
Museo del Prado / La Vanguardia