Desmontando al desmontador de Darwin



El biólogo Máximo Sandín, ha remado a contracorriente rebatiendo la visión clásica de la evolución darwinista, y a pesar que en su duda ante lo establecido existen perlas que escuchar, tras ver la siguiente entrevista me he planteado hasta qué punto puedo estar de acuerdo con él.

DESMONTANDO A DARWIN – ENTREVISTA MAXIMO SANDIN from ALISH on Vimeo.

Con la intención de practicar el examen crítico de lo que nos enseñan que promulga Máximo, en una forma de aprendizaje donde los conocimientos memorizados son tan importantes como el método de análisis de los mismos, siempre desde el cariño, voy a desmenuzar aquello que plantea. En concreto, es la negación de la selección natural el aspecto que más dudas me plantea.

En la entrevista podemos escuchar las siguientes ideas:

1) La teoría de la evolución darwinista surge de las teorías económicas de libre mercado, y es incentivada por la clase bien estante porque justifica científicamente su status.

2) La teoría de la selección natural es falsa, y el sistema de evolución (o transformación) de la vida es mucho más complejo, y responde a saltos genéticos de gran envergadura ante catástrofes ambientales.

3) Las bacterias y virus no son dañinos para el ser humano en su mayoría, es “la modernidad” y los entornos anti-naturales los que provocan las enfermedades.

Los demás temas planteados en la entrevista, en mayor o menor medida, puedo estar bastante de acuerdo. Ahora, veamos los puntos uno a uno:

1) y 2)

Es verdad que la teoría del más apto conviene a las clases altas, porque interesadamente interpretada legitima su poder. Pero que Hitler se inspirara en las teorías de Darwin, o que Darwin fuera misógino o racista, e instigara la eugenesia, no por ello se invalída su teoría. Como he comentado alguna vez, que un loco diga que la tierra es redonda no la hace plana. A pesar de interpretaciones “interesadas” que se hayan podido hacer por el régimen económico capitalista, o los mismos prejuicios de Charles Darwin, hay una verdad lógica en la teoría de la selección natural: Aquello más apto para conseguir un objetivo tiene más probabilidades de conseguirlo que aquello menos apto, por el hecho que “apto” significa precisamente eso. Decir que lo menos apto tiene más probabilidades de acaecer es una falacia, o convierte automáticamente lo menos apto en lo más apto.

Esto no significa que la aptitud se concrete en el individuo, en los genes, o las patatas. Por ejemplo, una asociación de individuos con poca fuerza individualmente puede perfectamente vencer a otro individuo por muy poderoso que sea, o una combinación ambiental y circunstancial pueden determinar la aptitud para un caso concreto. Pero las entidades que con más probabilidad van a vencer van a ser las más aptas, ya sean colectivos o combinaciones circunstanciales.

Si aceptamos que los hijos se parecen a los padres en cierta medida -es decir, no creo que mi mujer al parir tenga una rana-, aceptamos que se transmiten muchas de sus características. Por ello, los hijos de aquellos que corren muy rápido y esto les ha llevado a la fama, van a heredar la predisposición a correr rápido, siempre que entrenen lo suficiente. Los hijos de aquellos que se han asociado para conseguir sus objetivos van a heredar la predisposición a asociarse, y los hijos de aquellos que las condiciones ambientales, culturales, o circunstanciales, los han favorecido, van a heredar también la predisposición a que esas mismas condiciones les sean favorables.

Esto creo que es casi matemático, otra cosa es la interpretación, donde puede utilizarse como justificación moral de un sistema económico o político. Se está intentando aplicar una dimensión ética a la vida, y la vida como el soplar del viento no entiende de moral. Por eso la teoría de la evolución de Darwin no justifica moralmente su aplicación a sistemas de relación humanos.

Hay que entender que las características de un ser vivo son buenas o malas según el entorno, la diferencia es maravillosa, pero no puede clasificarse en términos de superioridad. Ser alto o bajo será mejor en relación a la altura del techo, pero por sí sola la característica no tiene un valor cualitativo. Por lo expuesto, la selección natural es un aspecto que afecta a la transformación de las especies, aunque no sea el único, ni el más importante. Ni la negación ni alegaciones a la complejidad me parecen buenas formas de abordar el problema.

3)

La naturaleza no es buena per se: la monogamia es anti-natural, el lenguaje complejo, la compasión o las herramientas también son anti-naturales. Otro debate en que no voy a entrar ahora sería sobre qué es natural o qué no, porque es una acepción antropocéntrica que no reconoce al hombre como animal, ya que en tal caso todo es natural. Pero bien, a lo que íbamos, lo anti-natural no es malo para el ser humano por ser anti-natural. Si bien las modificaciones a los sistemas tradicionales de cultivo pueden llevar a consecuencias desconocidas, la erradicación de enfermedades o el control alimentario moderno, han llevado a un aumento de la esperanza de vida espectacular en los países ricos y a una disminución drástica de las intoxicaciones respecto al pasado. También es verdad que todo tiene un precio, y al modificar un sistema surgen nuevos problemas, pero hay que ser justo con los hechos empíricos. Podríamos volver a una alimentación totalmente “natural” y valorar si las anemias, la escasez, las infecciones o los parásitos nos compensan. Este discurso no significa que no haya que mejorar aquello que puede ser negativo para el consumo o el ecosistema, pero debemos ser sinceros con nosotros mismos, que en cuanto humanos utilizamos la cultura y las herramientas para sobrevivir. A quien no le guste que se vaya desnudo a retozar por el campo, pero que al llegar la noche no vuelva a la calidez de su anti-natural hogar a ver la tele.

En fin, creo que hasta aquí daré mi opinión. Enhorabuena a Máximo Sandín por su trabajo, más científicos deberían dudar de lo que les han enseñado. No obstante, a veces resulta mucho más difícil dudar, no de lo aprendido, sino de lo que uno cree. Es probable que en un par de siglos se rían de tanta tontería, y no entiendan cómo podíamos debatir vociferando sandeces sobre algo tan evidente. Así es fácil, desde el futuro todo se ve más claro, pero que se lo cuenten al pobre Galileo, porque demasiados dioses hay hoy en día.


Fuentes y referencias:


Podcast: Escuchar | Descargar
http://www.ftmassana.com/mp3/desmontando.mp3 (s="powerpress_player" id="powerpress_player_3037">Play